En serio compadre,
juro que lo intentaba,
lo hacía con ganas,
pero no se pudo.
Muy parecido al salmón,
era como luchar
contra una pared.
Hay algo claro
en todo esto:
una cosa es estar
enamorado
y otra muy distinta
es ser huevón.
domingo, 3 de julio de 2011
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